FORMACIÓN DE DIRECTORES DE EXCELENCIA




“Un directivo que estimula a sus profesores, a la comunidad
y genera expectati­vas de alto rendimiento,  
puede hacer una gran diferencia.”


Uno de los principales objetivos del sistema educativo es formar directores líderes para las escuelas a través programas de calidad, flexibles y centrados en lo pedagógico.

Se obtienen pocos resultados al asignarle a las escuelas recursos, computadores, más horas lectivas, instructivos para controlar el bullying, televisión educativa, o libros, si los directivos de esas escuelas no tienen las competencias requeridas para motivar a sus profesores, alumnos y familia. En numerosos casos las deficiencias de los directivos en las escuelas, les impiden siquiera realizar los complejos trámites requeridos para optar a la subsidio preferencial.

Cualquier esfuerzo que el país realice para tener a directores profundamente comprometidos con sus alumnos y que sean verdaderos líderes pedagógicos y motivacionales, es de la mayor urgencia y rentabilidad social. El país no debe escatimar en recursos para tener a los mejores al frente de nuestras escuelas.

No servirá de nada aumentar el subsidio económico a la educación si no se efectúa un cambio en las prácticas docentes, no servirá de nada darles más atribuciones a los directores de escuela si no tienen la habilidad para usarlas. Los profesores, con justa razón, jamás aceptarán que el director pueda decidir su futuro laboral si no es un verdadero líder pedagógico, no podremos cambiar las prácticas docentes si las escuelas de pedagogía y normales no entregan los conocimientos ni las habilidades que un docente requiere y será imposible atraer a los mejores alumnos a las escuelas pedagogía y normales si la profesión docente no recupera su estatus social.

Se considera que estamos frente a un problema cuya solución es sistémica, tenemos la convicción de que se puede mejorar, y el mejor punto de partida para revertir esta problemática actual, es enfatizar en la formación de los directivos.

Poner el foco en los directores de escuela significa dar un giro hacia una mayor autonomía de la misma. Establecimientos a cargo de profesionales con liderazgo serán capaces ya no sólo de ser receptores de políticas que provienen desde el nivel central, sino que serán capaces de hacerse cargo de sus propias necesidades y ser ellas quienes dicten sus propias políticas educativas.


La figura del director es el segundo factor que más incide en el aprendizaje de los alumnos en una escuela, después de la labor del profesor. Es por esto que el sistema educativo debe de tener como una de sus metas fortalecer el liderazgo y las atribuciones directivas en la escuela.





“El papel del liderazgo directivo, junto a las atribuciones para ejercerlo, es clave para lograr escuelas efectivas. Sin este liderazgo, la posibilidad de tener una educación de calidad para todos los niños y jóvenes es reducida. Diversos estudios muestran que contar con equi­pos directivos especializados, que se desempeñen como verdaderos líderes de un proyecto educativo, es fundamental para mejorar los resultados de aprendizaje de los alumnos .”
OECD

Desarrollar un Programa de Formación de Directores de Excelencia, que busque fortalecer la figura del director a través de la formación de profesionales destacados, para que sean los verdaderos líderes de sus escuelas.
Al término de las actividades académicas del Programa de Formación de Directores de Excelencia, se espera que presenten los conocimientos y competencias básicas que la evidencia nacional e internacional señala como fundamentales para un director de excelencia.

Tales competencias se pueden resumir en:

Aprender a establecer una dirección
El director de excelencia tiene que saber pensar en su escuela de manera sistémica asumiendo que los cambios afectan a la escuela en su totalidad. Tener una mirada de futuro para planificar y establecer una visión de largo plazo que le dé sentido a las acciones educativas de su escuela; generar en su escuela un clima de orden que estimule el aprendizaje; fijar metas grupales compartidas con su equipo docente, alumnos y padres,  saber motivarlos hacia un compromiso con la escuela y sus resultados; priorizar y generar estrategias para alcanzar dichas metas, y estimular el trabajo colaborativo entre los profesores, la innovación y el emprendimiento

Aprender a desarrollar a las personas
Generando un ambiente de valoración y estimulación intelectual, dando apoyo pedagógico e individual a sus docentes, así como aprender a ser sobresaliente como modelo educativo y de valores; desarrollar un ambiente de confianza en las capacidades de los estudiantes independientemente de los ambientes culturales y económicos que provengan y generar altas expectativas de logro de aprendizaje de sus estudiantes. Saber colocar metas altas, exigentes y posibles para profesores y alumnos

Aprender a rediseñar su organización escolar
Para ello debe conocer estrategias para generar una cultura de calidad, de trabajo bien hecho, de optimismo académico, un ambiente escolar positivo.
En el aspecto organizacional debe saber manejar el contexto donde trabajan sus docentes, así como la importancia de la infraestructura.
Dar oportunidades para que los profesores hagan lo que saben hacer y al mismo tiempo levantar desde la propia escuela las necesidades de formación continua específica para esas necesidades.
Una función importante es incorporar a las familias como recursos de apoyo y conocer sobre la importancia de los modelos parentales.
Establecer redes en su comunidad y una estructura organizacional donde cada uno sabe su rol e importancia en la escuela.
Debe saber desarrollar estrategias de mejoramiento de recursos humanos, materiales y financieros.

Aprender a gestionar el programa de enseñanza.
Para lo cual debe asignar recursos humanos y pedagógicos de acuerdo a las evaluaciones de los aprendizajes y de las fortalezas de su equipo docente; saber realizar un monitoreo permanente de los procesos educativos de su escuela, estimulando y apoyando la calidad de las clases de los profesores.
Además, también debe observar clases de sus profesores y entregarles retroalimentación, incentivar en sus profesores el buen uso del tiempo pedagógico, velar por la cobertura de los contenidos y asegurar el aprendizaje efectivo en el aula.
Tiene que adquirir los conocimientos y habilidades que le permitan planificar y tomar decisiones en su escuela basado en evidencias (resultados de ENLACE, evaluaciones docentes, pruebas internacionales (PISA), etc.)





“Esta transformación de la escuela es la base para una verdadera reforma educativa que se construye no de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba.”






Se recomienda el siguiente vídeo de Educación Integral de Excelencia.




Educación Integral de Excelencia
Miguel Angel Cornejo.

https://www.youtube.com/watch?v=jY6eyrMW7jY


Juan José Zúñiga


Bibliografía.

      Plan de Formación de Directores. Líderes para una educación de calidad. Ministerio de Educación de Chile. Recopilado el 16 de mayo de 2014, de:
http://www.formaciondirectores.mineduc.cl/index.php?id_portal=71

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